La alineación y el balanceo de los neumáticos permiten alargar su vida útil y generar mayor confort y seguridad durante la conducción.
El servicio de alineación se realiza mediante sistemas computarizados o de forma manual. Cada revisión mide los ángulos de pisada de las cubiertas para corregirlos y llevarlos posteriormente a los valores dictaminados por el fabricante del rodado. Además, verifica los componentes del tren delantero y trasero, las llantas y los neumáticos donde busca posibles deformaciones, y verifica la altura de la carrocería en cuatro puntos de referencia para hacer todos los ajustes necesarios. Es importante que la alineación se haga cada 10.000 kilómetros en un lugar calificado y donde ofrezcan garantía por el trabajo.
Debe hacerse una alineación: cuando cambia los neumáticos o el par por eje. Si observa un deterioro precoz e irregular. Si el rodado presenta inestabilidad o tira hacia un costado o luego de sufrir impactos fuertes. |